En el verano de 2009, un grave accidente en la central hidroeléctrica rusa de Sajano-Schu-schenskaja provocó la muerte de 75 personas, cuando una turbina incapaz de resistir un repentino aumento de la presión del agua se
desprendió de su anclaje. En la primera fase de la reconstrucción se utilizaron instrumentos de Leica Geosystems para escanear la zona arrasada.